Encuentro con extraterrestres de un marinero de la armada uruguaya en 1972

(UFOvni.org) Encuentro con extraterrestres de un marinero de la armada uruguaya en 1972. Uruguay fue el primer país de América del Sur en establecer una agencia oficial de ovnis en 1979. Posteriormente, otros países como Chile, Perú, Ecuador y Argentina siguieron el ejemplo uruguayo.

No hay muchos avistamientos de ovnis reportados en Uruguay, pero el caso de avistamientos de la isla de Lobos es el mejor caso de ovnis gracias a una investigación detallada realizada por miembros del C.I.O.V.I. equipo de investigación.

El 28 de octubre de 1972, cinco personas se encontraban en un faro en Isla De Lobos, una pequeña isla a pocos kilómetros de la costa de Uruguay. En ese momento, el faro sirvió como sede de la Armada. Los cinco efectivos de la Marina que se encontraban en el edificio señalado eran los Cabos Juan Fuentes Figueroa, José Gómez, Héctor Giménez, José Lima y el Oficial Mayor Francisco Cascudo.

Después de la cena, todos descansaron y alrededor de las 22:10 el cabo Juan Fuentes fue a realizar una inspección de rutina a los generadores eléctricos ubicados en la base del faro. Cuando comenzó a caminar hacia los generadores, su atención fue atraída por extrañas luces en una colina, que era una terraza, a una altura de unos 6 metros sobre el suelo.

La luz le pareció bastante inusual. Al principio pensó que eran los faros de un coche, pero no fue así. Decidió revisarlos y tomó un arma con él sin decirles a los otros luchadores al respecto.

Quitó el seguro del arma y comenzó a acercarse a las luces. Vio un barco que le pareció de diferentes colores: blanco, amarillento y morado. Las luces le permitieron ver una figura extraña de pie junto al objeto y dos figuras más que descendían de la nave.

Las primeras dos figuras notaron que Fuentes se les acercaba con un arma. Apuntó su mano con el arma a las figuras y estaba listo para apretar el gatillo, pero no pudo hacerlo porque estaba paralizado. En algún momento, sintió efectos físicos como «vibración» y piel de gallina. Además, escuchó una voz en su cabeza que decía: “No disparen, porque es inútil”.

Después de eso, las entidades regresaron a la nave. La puerta se cerró por un lado y el barco comenzó a moverse hacia arriba, emitiendo un zumbido hasta que alcanzó una altura de unos 45 metros. Luego se inclinó, brotó del fondo de una deslumbrante bola de fuego y desapareció en el silencio a gran velocidad en dirección al sureste.

La nave tenía la forma de un cuenco invertido con un diámetro de 4 a 5 metros. Tenía una cúpula en la parte superior y una abertura o puerta rectangular por la que descendían las entidades. También tenía soportes que podía ver mientras el barco ganaba altura lentamente. Estos soportes no se plegaban como el tren de aterrizaje de un avión sino que se quitaban telescópicamente. La superficie del artefacto era sin duda metálica, algo rojiza, que Fuentes comparó con la caoba. La característica más distintiva del objeto era la antena en su parte superior, con forma de sacacorchos y giratoria.

Según Fuentes:

Fuentes volvió al faro y le contó al resto de la gente lo que había visto. Nadie creyó su historia sobre el platillo volador, excepto el suboficial Cascudo. Después de eso, se le ordenó que informara de su observación a un oficial de mayor rango, quien lo escuchó con mucha atención.

Fuentes dijo que había dos oficiales, presumiblemente de la Embajada de los Estados Unidos, que grabaron lo que estaba pasando. Según él, eran del «Servicio de Investigación Espacial«. Mientras esperaba en el pasillo, alguien le mostró dibujos de ovnis y le preguntó cuál podría estar más cerca de la nave que había visto.

Los estadounidenses no hablaron directamente con Fuentes, pero se sorprendieron de que se acercara más al barco. La observación completa duró un minuto y Fuentes tuvo una visión directa del objeto durante 15 segundos. Aunque fue la observación de un testigo, este es uno de los mejores casos de Uruguay.

Fuentes pasó por los interrogatorios, donde fue apoyado por el teniente coronel Cascudo. Describió a Fuentes como «un hombre sencillo y honesto, incapaz de inventar una historia de este tipo«. Se concluyó que la probabilidad de que el testigo esté diciendo la verdad es alta. El caso Isla de Lobos se ha convertido en uno de los mejores avistamientos de ovnis en Sudamérica.

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